
978-607-495-422-7
México cuenta con numerosos bienes declarados Patrimonio de la Humanidad por la Unesco; el último en ser incorporado en su amplio listado fue el acueducto del padre Tembleque. Tres criterios determinaron su inclusión: ser una obra maestra de la ingeniería hidráulica, con más de 45 kilómetros de longitud; el intercambio de valores humanos en su construcción —pues el proyecto estuvo a cargo de fray Francisco de Tembleque, con mano de obra indígena— y su fuerte presencia en el paisaje, a través de sus espectaculares arquerías. En la presente obra se abordan asuntos relacionados con la construcción del acueducto que cambió notablemente la vida de los pobladores de Otumba y Zempoala. También la de los pueblos vecinos e, incluso, la de los viajeros que lo encontraban a su paso.