
978-607-490-387-4
Los jardines abandonados se inscribe en una épica de la derrota: esa especie de noble triunfo que existe en asumir la caída. Nada es como imaginábamos a los veinte años, ni el amor ni la escritura, tampoco los mitos que creamos alrededor de nosotros mismos o de la felicidad. Nada se salva del derrumbe, parece advertirnos Félix Suárez. Mediante una prosa tan precisa como íntima, estos epigramas y aforismos revelan aquello que queda después del desencanto: un plácido sinsentido que nace de la contemplación y la lucidez, “la feliz desesperanza”. De este modo, al decir de Juan Domingo Argüelles, Los jardines abandonados son “un destilado fino, de alta gradación. Sus páginas siempre van aumentando en intensidad, de modo que cuando llega el lector a la última página, ya no queda nada por decir. Acaba uno exánime, pero sabiendo del todo que esto es la vida o que esto es también la vida”.