978-607-59858-9-3
978-607-5910-15-4 (digital)
¿Cómo desvincular a alguien de sus actos? ¿Cómo independizar el 11 de septiembre del tiroteo en Columbine?”. Nadie pierde por mí inicia con estas preguntas, que sirven como guía de vuelo entre la virtualidad y la realidad, los videojuegos y Columbine, el ataque a las torres gemelas y Ace Combat VII, la poesía y la memoria. Carlos Atzin plantea los dilemas de una sociedad donde la violencia es parte de la cultura popular. En esta obra permea una vaguedad de géneros como ensayo, crónica, memoria y poesía, dado que no busca establecer certezas, sino invitar al lector a sacar sus propias conclusiones. Sin una finalidad moralista, describe cómo los videojuegos pueden servir para entrenar terroristas o, como en el caso del autor, para salvar a estudiantes de la violencia.