
Dime tu nombre reúne cuento, minificción y haiku. Sus voces son lúdicas y diversas: un hombre escucha hablar a una cabeza sin cuerpo en Viena, una mujer yaqui atraviesa la corteza de un ár-bol, una niña enamorada de otra baila cumbia en Monterrey, una poeta japonesa no sabe leer ideogramas, un cuento da órdenes a su autora, entre otros personajes y universos que fusionan mundos inesperados. Un discurso desenfadado y oscilante que se adapta a todas las intenciones: las buenas, las malas y las inconfesables.
ÉLMER MENDOZA
Su poder de observación es doblemente incisivo, aborda los rostros de la miseria y crueldad humana y penetra en el temor o las ilusiones de los seres indefensos.
GUILLERMO FADANELLI
La forma parece estar siempre determinada por la dirección del contenido y es es proteico, mutante. El talento de reflejar su tiempo.
AGUSTÍN CADENA
Si una escritora mexicana puede presumir de ecléctica, esa es Cristina Rascón. Experta en borrar fronteras de todo tipo.
EVE GIL
Increíble acidez no exenta de ternura, humor incisivo y, sobre todo, desparpajo literario.
ANA CLAVEL