
978-607-490-460-4
La tierra parió al mar como una fruta. No en balde este libro se titula Samsara, palabra arraigada en las filosofías orientales, que (también) significa “fluir junto”, “pasar a través de diferentes estados”, “vagabundear”. Por años Carmen Nozal (Gijón, España, 1964) se mantuvo silenciosa. Su poesía circulaba poco, pero crecía como esas raíces horizontales que se expanden a través de tubérculos, pequeños nódulos, raicillas que forman una red bajo la tierra. Su poesía fue tejiendo un rizoma con distintas directrices. Junto a los poemas de corte místico, aquí están sus exploraciones sobre las pérdidas, la guerra, el amor y sus desdoblamientos. El lector será testigo de momentos de fuga y de dolor que cambian de intención y de timbre como quien lanza la voz con diferente arrojo al entonar un cante jondo, un blues, o un rezo. La voluntad admirable de no quedarse en un solo lugar está aquí, en la red que se expande conforme el lector se entrega a esta magnífica antología: aventura y riesgo de un amor correspondido a manos llenas.
MYRIAM MOSCONA