978-607-490-471-0 (Impreso)
978-607-490-480-2 (Digital)
Un libro —aseguraba James Joyce— no se debe proyectar de antemano, ya que a medida que se escribe irá tomando forma, sometido a los impulsos emocionales del autor. Fiel a ese espíritu, Luis Paniagua emprende, en estos luminosos ensayos, la reconstrucción de aquel sitio rodeado de árboles donde creció. En este viaje alrededor de la habitación de su memoria, que se va inundando con la voz del autor, Paniagua trata de hacer las paces con aquellas ideas que giran en torno a él como animales salvajes. “Perderse en la ciudad —como te puedes perder dentro de un bosque— requiere bien distinto aprendizaje”, aseguraba Walter Benjamin. Si algo se nos demuestra en estas páginas es, precisamente, un pleno dominio del arte de perderse en la floresta de la memoria.
ALDO ROSALES VELÁZQUEZ